El ex presidente de Uruguay José Mujica (2010-2015) murió a los 89 años, víctima de un cáncer al esófago que le fue diagnosticado hace un año. La noticia fue confirmada por el presidente uruguayo, Yamandú Orsi.
Su partida conmociona al mundo, ya que Mujica se caracterizó por su sencillez tanto en su vida pública como en la privada. En el 2010 asumió como presidente de la República de Uruguay y lejos de mudarse a la casa presidencial, Mujica permaneció en su humilde morada al lado de su esposa Lucía Topolansky.
Con una vida marcada por la política, Mujica atravesó por numerosas etapas y momentos que definieron su línea de pensamiento, incluso cuando se conoció que lo aquejaba el cáncer. Su médica personal, Raquel Pannone, confirmó en 2024 que el expresidente tenía metástasis en el hígado.
Pese al cáncer Mujica fue un pilar clave para el regreso al poder del izquierdista Frente Amplio en las elecciones de noviembre de 2024, en las que hizo campaña activamente por el actual presidente Yamandú Orsi.
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— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025
José Mujica, un presidente único
El ‘Pepe’ Mujica alcanzó una popularidad inusitada para un mandatario de un país de 3,4 millones de habitantes, estable y enclavado entre los gigantes Brasil y Argentina.
Su nombre recorrió el mundo en 2012 con un aplaudido discurso en la conferencia de la ONU Rio+20. Sin corbata, subió al estrado de la conferencia y despotricó contra el consumismo.
Un año después fue aún más duro en la asamblea general de la ONU, donde criticó que la humanidad haya «sacrificado a los viejos dioses inmateriales» para ocupar «el templo con el dios mercado».
En su modesta chacra en la periferia de Montevideo, que se rehusó a abandonar durante su presidencia, José Mujica recibió a personalidades como el rey emérito de España Juan Carlos II y a figuras del espectáculo como el director de cine Emir Kusturica.
Impulsó la legalización del mercado de marihuana con un inédito plan que puso al Estado a manejar desde la producción a la comercialización el cannabis, y tomó otras decisiones polémicas como recibir presos de Guantánamo, en acuerdo con el entonces presidente estadounidense Barack Obama.
Esa rebeldía contra lo establecido que lo llevó en su juventud a ser uno de los líderes de la guerrilla urbana Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) activa en Uruguay entre la década del 60 y hasta 1972, también le permitió soportar la tortura a manos de militares y 13 años de prisión en condiciones infrahumanas.
Tras su liberación en 1985 se reintegró a la vida política y en 1989 fundó el Movimiento de Participación Popular (MPP), que lideró hasta su muerte y transformó en el sector más votado del Frente Amplio, el principal partido del país.
Fue diputado 10 años después, luego senador y ministro de Ganadería y Agricultura antes de alcanzar la presidencia.