Pescadores de Huanchaco denuncian contaminación de totorales por aguas residuales

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(Foto: Municipalidad Distrital de Huanchaco)

La Asociación de Pescadores Artesanales de Huanchaco (ASPAH) denunció un tercer caso de contaminación en el año por vertimiento de aguas provenientes de pozas de oxidación en los totorales de esta zona de Trujillo.

El desborde se originó en las pozas del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de La Libertad (SEDALIB), ubicadas en la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) El Tablazo.

En marzo pasado, un derrame similar afectó tanto al ambiente como a la cultura local, al perjudicar la producción de totora, insumo esencial para la elaboración de los caballitos de totora. En aquella ocasión, más de 80 pozas de totorales resultaron afectadas, y el propio presidente de la ASPAH señaló que se trató de una pérdida total, quedando solo 30 pozas activas. 

Ante este nuevo caso de contaminación, la Municipalidad de Huanchaco también se pronunció, advirtiendo sobre “los serios daños ocasionados a nuestros humedales, totorales y al entorno natural, fuente de vida, identidad y sustento para nuestra comunidad”. Agregó que la situación impacta directamente a los vecinos, familias y pescadores locales. 

En lo que va del 2025, este es el tercer episodio de contaminación: el primero ocurrió en enero y el segundo en marzo. Cada uno de ellos ha dañado los totorales y, en consecuencia, la producción de caballitos de totora, fundamentales para la pesca artesanal y el turismo en esta zona de La Libertad. Por ello, la ASPAH presentó denuncias ante entidades como la Fiscalía y el OEFA, además de solicitar que se declare en emergencia ambiental la zona para salvaguardar el humedal.

Los caballitos de totora son embarcaciones ancestrales empleadas por los pescadores del norte del Perú desde épocas prehispánicas. Son claves para la pesca artesanal y una atracción turística importante en la región de La Libertad. Sin embargo, su fabricación enfrenta serias amenazas debido a la contaminación que afecta el entorno. 

Estas embarcaciones representan un fuerte símbolo de la identidad cultural local. En 2003, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura y, hoy, su sostenibilidad está en peligro por los constantes vertimientos de las pozas de oxidación.  

Su elaboración depende exclusivamente de la totora, una planta nativa de los humedales costeros, que necesita un año para crecer. Con la reiterada contaminación, las pozas activas actuales no bastan para cubrir la demanda de pescadores ni del sector turístico.

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