El Papa León XIV ha confirmado su confianza en el talento y vocación peruana al designar al joven sacerdote chiclayano Edgar Iván Rimaycuna Inga como su nuevo secretario personal.
Este nombramiento no solo refleja la estrecha relación que une al pontífice con la capital de Lambayeque, donde ejerció por varios años el cargo de obispo de Chiclayo, sino que también reafirma el compromiso del Vaticano con la juventud peruana.
Desde sus inicios en el Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo en 2006, Edgar Rimaycuna mostró un camino de dedicación y entrega.
En ese mismo espacio, conoció a monseñor Robert Prevost, entonces conocido como “padre Roberto”, quien se convirtió en su guía espiritual y mentor, influyendo decisivamente en su formación y vocación.
Un peruano en el Vaticano.
— Pablo Valdez (@pablovaldezpy) May 12, 2025
El papa León XIV nombra a Edgar Iván Rimaycuna Inga, sacerdote de Chiclayo, Perú, como su secretario personal en el pontificado. pic.twitter.com/f7woNIBDwP
La cercanía entre ambos fue fundamental para su crecimiento dentro de la Iglesia, forjando un lazo que trascendió fronteras y que ahora se materializa en este importante cargo.
Su labor en la iglesia Santa María Catedral de Chiclayo como vicario parroquial fortaleció aún más sus lazos con la comunidad y con su mentor, quien en 2017 lo acompañó en su formación en el Pontificio Instituto Bíblico en Roma.
En 2023, tras una audiencia papal, Rimaycuna se reencontró con monseñor Prevost —ya cardenal— y expresó con humildad y gratitud:
“Muchas gracias, monseñor Robert Prevost, por todo, por permitirme trabajar a su lado”, lo compartió en las redes sociales acompañado de unas postales.
Pero fue a inicios de 2025, con el pontificado del papa León XIV en marcha, que recibió la llamada que marcaría un antes y un después en su vida: integrarse al círculo más cercano del Sumo Pontífice como su secretario personal.
Este nombramiento no solo refleja la visión del papa León XIV de construir una Iglesia liderada por jóvenes con vocación, preparación y raíces profundas, sino que también pone en evidencia el talento y la vocación de un sacerdote chiclayano que hoy ocupa un lugar privilegiado en la historia de la Iglesia universal.