«Hemos estabilizado una empresa enferma»: Entrevista exclusiva con el presidente de Petroperú

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Alejandro Narváez, presidente de Petroperú. (Foto: Noticias 360)

El presidente del directorio de Petroperú, Alejandro Narváez, dio a conocer en conferencia de prensa que la empresa estatal registra una pérdida neta de 111 millones de dólares en el periodo enero-marzo de 2025. Ello debido al menor precio del petróleo, que se cotiza a menos de 60 dólares el barril.

Al respecto, Noticias 360 logró una entrevista exclusiva con el presidente de Petroperú, para hablar de este y otros temas. En esta entrevista, Narváez consideró que su gestión, iniciada en noviembre de 2024, ha logrado estabilizar una «empresa enferma». Además, aseguró que, en adelante, viene la recuperación de la compañía.

¿Cuál es su balance en el tiempo que lleva al mando de Petroperú?

Llevo aquí cinco meses. El balance es, en términos generales, positivo, por varias razones. Una: hemos logrado detener ese incremento de pérdidas que se venía acumulando al cierre del año 2024. Hemos logrado reducir pérdidas significativamente en torno a 240 millones de dólares en el ejercicio pasado. Y este año estamos saliendo de esa herencia muy dolorosa que nos han dejado administraciones anteriores. Hay señales claras de que este año vamos a cerrar con resultados positivos.

¿Por qué este año se reporta una pérdida de USD 111 millones en el primer trimestre?

Nosotros venimos de pérdidas acumuladas de aproximadamente 2 mil millones de dólares. Cerramos el año pasado con 742 millones de dólares de pérdida neta, de lo que estaba previsto de 1030 millones de dólares. Entonces, frenar una caída brutal de pérdidas es un mérito. Haber frenado, haber ahorrado unos 280 millones (de dólares) el año pasado; y que este año lo que hemos hecho es estabilizar esta empresa enferma. Y luego empezar poco a poco a recuperarnos. Si comparamos trimestralmente la pérdida acumulada al primer trimestre de este año, con los ejercicios anteriores, estamos mejor.

Petroperú: «Este año vamos a cerrar en azul»

Alejandro Narváez: «La primera tarea es estabilizar nuestras refinerías». (Foto: Noticias 360)

¿A dónde apunta la estrategia de recuperación económica de la empresa?

A ganar dinero. Esperamos cerrar este año en azul. Y estoy seguro que lo vamos a cumplir. Tenemos todo un plan de trabajo, sin duda. La primera tarea es estabilizar nuestras refinerías. La refinería de Talara ha tenido algunos altibajos. Lo que estamos ahora empeñados es en estabilizar sus operaciones, que no haya caídas, que no haya problemas y eso se está logrando. Todo este primer trimestre se ha logrado eso, estabilizarla. Y luego, que las otras refinerías, de Iquitos y de Conchán se reactiven, que estas produzcan a su máxima capacidad. Segundo trabajo es reducir gastos y cumplir lo que está escrito en el Decreto de Urgencia 013-2024, y lo venimos cumpliendo. Y luego, crecer, recuperar clientes que habíamos perdidos años atrás. Repito: vamos a cerrar este año en azul.

¿Qué cree que ocurrió en los últimos 20 años para que Petroperú sufra esta crisis?

Ha habido una alta rotación de autoridades en la empresa. Eso también juega un factor importante que ha contribuido a esta situación de crisis que hemos encontrado; pero también ha habido decisiones equivocadas, a lo largo de los últimos años. Pero también ha habido una decisión importante, como la construcción de una nueva refinería, una inversión estratégica para toda la empresa, pero también para el país, una obra extraordinaria que está empezando a dar frutos. Esperamos en los próximos años dar ganancias significativas a la economía de la empresa y, por supuesto, del país.

¿Qué opina de los costos de la refinería de Talara, que comenzaron en USD 3500 millones pero luego se elevaron?

Eso tiene que ver, probablemente, por un presupuesto inicial no tan certero. En el camino se ha ido ajustando esa inversión, más o menos de 6500 millones de dólares, que creo que está acorde a la dimensión y la complejidad de la refinería. Y esa inversión está ahora, en términos de valor de mercado, más o menos valorizado, en torno a diez mil millones de dólares. Seguramente, en la medida que vaya dando mejores márgenes de refinación, en unos diez años, se irá recuperando. Eso viene bien para el país, teniendo en cuenta que una vida útil de una refinería está en torno a cincuenta y setenta años.

Usted estuvo hace 20 años en este cargo. ¿Qué cambios que ha notado en Petroperú?

Varios. Hay una nueva cultura organizacional, hay nuevos trabajadores. Ha habido un cambio significativo en el número de trabajadores. Tenemos una nueva refinería en marcha. Algunas de las refinerías, como El Milagro, las dejé operando; actualmente no opera. Las refinerías de Iquitos y Conchán, en esos años, estaban operando en pleno rendimiento. Las encontré con una capacidad mediana de operaciones. Actualmente las estamos reactivando. Estamos recogiendo esas experiencias pasadas para ver cómo vamos en el futuro de la empresa.

En 2005 había unos 1700 trabajadores, ahora aumentó en alrededor de 1000. ¿Se justifica este incremento?

Efectivamente, cuando tuve el privilegio de estar aquí en el año 2003 y 2005, había en planilla 1700 trabajadores. Ahora se ha incrementado un poco más, estamos en torno a 2600. La empresa en tamaño ha aumentado, ha crecido, tenemos una refinería que demanda mucho personal, a pesar de que es una refinería bastante automatizada, casi una refinería inteligente. Sin embargo, tenemos otro proyecto: el Oleoducto (Norperuano), que tiene una capacidad de absorción de personal importante. Todo eso ha sumado para que haya incremento fuerte de personal. De momento eso está siendo manejado.

Sabotajes en el Oleoducto Norperuano

¿Cuál es la situación actual del Oleoducto Norperuano?

Está operativo. Si bien eso significa un egreso importante de nuestra caja, es un encargo del Estado, y lo estamos haciendo bien. Tiene problemas de conflictos sociales permanentes en la zona, y eso se debe porque hay comunidades, poblaciones que necesitan trabajo, que están excluidos y creo que también demandan empleo. Todo eso genera estos conflictos que habitualmente escuchamos.

Se habla mucho de que hay sabotajes en el Oleoducto. ¿Qué tan cierto es?

Sí se ha dado durante este año, hemos sufrido cuatro sabotajes, cuatro atentados. Eso también es un egreso importante de dinero para nuestra empresa, son situaciones que se dan; insisto: hay una población que demanda trabajo, que demanda ingresos, que necesita vivir, necesita educarse, necesita alimentarse. El Oleoducto, en tanto esté en plenas operaciones, puede paliar ese problema.

¿Existe un trabajo social en la zona para involucrar a estas poblaciones?

Actualmente estamos detrás de dos grandes lotes petroleros en la zona: el lote 192 y el Lote 64. Tan pronto se activen esos lotes y se empiece a producir, seguramente habrá trabajo para estas comunidades que ciertamente están excluidas. Y al mismo tiempo tendrán derecho a ingresos, como regalías, y otros conceptos que ayudarían a mejorar su calidad de vida.

¿Cuál es el balance de todas las afectaciones que han tenido oleoductos de Petroperú?

Nosotros cumplimos estrictamente ese trabajo. Por ejemplo, si hay un derrame de crudo en una parte del oleoducto, inmediatamente acudimos ahí y hacemos lo que se tiene que hacer: la remediación ambiental. Acabamos de tener una experiencia ingrata en el norte, en Talara. Actuamos rápidamente, con celeridad, informando a las instancias respectivas; es parte de la responsabilidad social, ambiental de nuestra empresa.

¿Podría decirse que se ha cubierto toda la demanda de pasivos ambientales?

Nosotros como empresa no tenemos ninguna asignatura pendiente, hemos cumplido todas. Que yo sepa, no hay pasivos ambientales no atendidos.

¿Entonces todos los derrames ya han sido debidamente reparados?

Hemos cumplido lo que decía que costó, por ejemplo, en el caso del norte, trabajamos muy de la mano con las poblaciones que habían sido afectadas por este derrame, que es bastante pequeño comparado con otras experiencias cercanas. Siempre honramos nuestros compromisos.

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