Piura en alerta epidemiológica ante el riesgo de ingreso de casos de tos ferina

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(Foto: Essalud)

Ante el riesgo inminente del ingreso de casos de tos ferina a Piura, la Dirección Regional de Salud (Diresa) emitió la Alerta Epidemiológica N.º 002-2025. La medida busca reforzar la vigilancia, preparación y respuesta frente a esta enfermedad altamente contagiosa, que representa una amenaza especialmente grave para lactantes y niños menores de un año.

Aunque la región Piura no registró casos confirmados de tos ferina entre 2020 y 2024, en lo que va de este año se ha confirmado un caso en la provincia de Piura y se investiga cinco casos sospechosos en los distritos de Piura y Castilla. La reciente aparición de brotes en países vecinos como Ecuador ha elevado el nivel de alerta en la región.

Frente a este escenario, la Diresa Piura ha activado protocolos sanitarios en todos los establecimientos de salud, tanto públicos como privados, a fin de garantizar la detección temprana y la notificación inmediata de cualquier caso sospechoso. La vigilancia epidemiológica ha sido reforzada, priorizando la búsqueda activa, la investigación de casos y el seguimiento de contactos.

¿Qué es la tos ferina?

La tos ferina es una infección respiratoria aguda causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se transmite a través de gotitas expulsadas al toser o estornudar. Aunque sus síntomas iniciales pueden parecerse a los de un resfriado común, en los más pequeños puede derivar en complicaciones severas, incluyendo asfixia, vómitos tras accesos de tos e incluso pausas respiratorias prolongadas (apnea). En adolescentes y adultos, suele manifestarse como una tos intensa persistente por más de dos semanas.

La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad. En Piura, la vacuna DPTa (acelular) ya se aplica de forma rutinaria a gestantes, protegiendo al recién nacido durante los primeros meses de vida, cuando todavía no ha iniciado su propio esquema de inmunización. La Diresa recomienda además limitar el contacto de los bebés con personas fuera del entorno cercano, especialmente durante sus primeras semanas de vida.

El esquema nacional contempla la aplicación de la vacuna pentavalente a los 2, 4 y 6 meses de edad, con refuerzos a los 18 meses y a los 4 años. Sin embargo, la falta de refuerzos durante años anteriores ha contribuido a la aparición de brotes en niños de entre 4 y 6 años.

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